El Tren de Cercanías del Valle del Cauca volvió al centro de la conversación regional, ahora con una energía reforzada y un compromiso colectivo que marca la diferencia. Aunque el Gobierno nacional no firmó el convenio clave para avanzar, la respuesta del departamento fue inmediata: unión total entre autoridades, gremios y sector empresarial para asegurar los recursos que permitan iniciar el primer tramo entre Cali y Jamundí, la columna vertebral de esta transformación en movilidad.
Con liderazgo firme, la Gobernadora Dilian Francisca Toro convocó a alcaldes y organizaciones a “buscar la plata” y mantener el Tren en marcha. La consigna es directa: el proyecto no se detiene. La región entiende que este sistema ferroviario no solo mejorará la movilidad, sino que también será un motor económico, social y ambiental para la próxima década.
Tren motor de empleo y movilidad sostenible
El impacto económico del Tren ya está bajo la lupa: solo el tramo Cali–Jamundí generaría 14.500 empleos, una inyección clave para la economía regional. A esto se suma la apuesta por un transporte ecológico que reduzca emisiones y descongestione los corredores viales más críticos, mejorando la calidad de vida de miles de ciudadanos que hoy pierden horas en el tráfico.
Este primer tramo, que incluiría 11 estaciones conectadas directamente con el MÍO, representa además la base de un sueño mayor: avanzar hacia el tan esperado metro de Cali. La visión es clara: un sistema integrado, moderno y con estándares internacionales.
Gremios unidos por el Tren y una financiación alternativa
La fuerza empresarial también se ha sumado con decisión. María Isabel Ulloa, directora de ProPacífico, reafirmó que aunque la cofinanciación nacional sería la vía ideal, existen otros mecanismos viables, como las alianzas público-privadas (APP) y la cooperación internacional. Instituciones globales (entre ellas la Unión Europea y bancos de desarrollo) ya han mostrado interés en respaldar el proceso para garantizar transparencia y viabilidad financiera.
En esa misma línea, líderes gremiales como Juan Manuel Sanclemente aseguran que trabajarán “sin descanso” para que el proyecto avance, recordando que el Tren pertenece a la ciudadanía y no solo a las autoridades. Mientras tanto, la Gobernadora prepara una intensa agenda en Bogotá a fin de mes, con encuentros clave para acelerar la toma de decisiones.
Tras el tramo Cali–Jamundí, se proyectan futuras expansiones hacia Yumbo y Palmira, consolidando un corredor regional que redefinirá la movilidad y el desarrollo del Valle del Cauca. La dirección está marcada y el compromiso es firme: el Tren va, pase lo que pase.
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