El Festival de Efraín y María llenó de vida y color la Hacienda El Paraíso en El Cerrito, atrayendo a más de 2.000 personas con un vibrante programa cultural gratuito. Familias vallecaucanas y visitantes de diversas regiones del país disfrutaron de un ambiente festivo que fusionó arte, historia y tradición en un solo espacio.
El evento, impulsado por la gobernadora Dilian Francisca Toro y organizado por el Instituto para la Investigación y la Preservación del Patrimonio Cultural y Natural del Valle del Cauca (Inciva), transformó la icónica hacienda en un epicentro cultural. Desde teatro inspirado en la novela ‘María’ de Jorge Isaacs, hasta títeres, cine al aire libre, picnic literario y una feria de emprendimientos, el festival ofreció actividades para todos los gustos.
Patrimonio como motor de identidad
Emely Vanessa Vélez, directora de Inciva, resaltó que el festival no solo buscó entretener, sino también reafirmar el valor del patrimonio como un motor de identidad. “Ofrecimos un circuito artístico que integró tradición, creatividad y expresión popular, reafirmando el compromiso del departamento con la cultura y la protección de nuestro patrimonio”, enfatizó Vélez.
La Hacienda El Paraíso, considerada uno de los principales bienes de interés cultural del Valle del Cauca, se convirtió en un escenario donde las historias y la naturaleza convivieron en perfecta armonía. Los asistentes coincidieron en que la jornada no solo fue un reencuentro con la literatura y las tradiciones del siglo XIX, sino también una oportunidad para conectarse con la memoria colectiva y fortalecer el sentido de pertenencia.
Testimonios de un día inolvidable
Paola Andrea Narváez, una de las asistentes, expresó su emoción por participar en el evento. “Súper bien, todo muy bonito, muy colorido. Además, volver a reencontrarnos con esta historia tan bonita que es un reconocimiento al amor, la honestidad y el respeto, es increíble. Tienen esta hacienda espectacular, la naturaleza enamora”, compartió entusiasmada.
Otros, como Faiber González, destacaron la importancia de estos espacios para fortalecer los lazos familiares y comunitarios. “Dios nos regaló un clima maravilloso en este día. Socializamos. Nos actualizamos, porque había venido hace muchos años y ahora regresé con mi esposa y mis hijos. Muy bonito volver a ver esta historia. Le agradezco a la Gobernación del Valle del Cauca por estos espacios para todos”, comentó.
La participación de visitantes de otras regiones también marcó la jornada. Óscar Javier Blanco, proveniente del departamento de Santander, se mostró impresionado por la calidad del festival y la calidez del entorno. “Vengo con mi familia y estamos maravillados con esta hacienda. Esta obra nos pareció excelente. Disfrutamos del recorrido, de toda la programación y de la variedad de productos típicos del Valle del Cauca, desde vinos hasta helados”, dijo.
El Festival de Efraín y María no solo rindió homenaje a la novela de Jorge Isaacs, sino que también demostró que el patrimonio es un punto de encuentro vivo, donde el arte, la cultura y la historia florecen para el disfrute de todos.
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