Cometas Llenan de Magia el Valle.

Familias disfrutan con cometas

El cielo del Valle del Cauca se convirtió en un espectáculo multicolor este domingo 24 de agosto, cuando más de 3.000 personas llegaron a la Hacienda El Paraíso, en El Cerrito, para vivir el Festival Departamental de Cometas. Desde el mediodía hasta entrada la noche, el viento se convirtió en aliado de niños, jóvenes y adultos que no dejaron de lanzar al aire sus creaciones.

El evento no solo fue una competencia de creatividad y destreza, sino también un encuentro cultural y recreativo gratuito que mezcló música en vivo, talleres, actividades lúdicas y mucha diversión para todas las edades. La jornada arrancó a las 11:00 de la mañana y se extendió hasta las 7:30 p.m., consolidándose como uno de los planes familiares más esperados del departamento.

Tradición que vuela con cometas

Más allá del espectáculo visual, el festival reafirmó su papel como un espacio de unión. Familias enteras llegaron cargadas de cometas en todas sus formas y tamaños: desde las tradicionales hechas en casa con papel y varillas, hasta diseños modernos que sorprendieron por su originalidad.

En el aire se mezclaban los colores intensos con las risas, los juegos y la música que ambientaba la jornada. Los asistentes coincidieron en que este tipo de iniciativas fortalecen los lazos familiares y ofrecen una alternativa diferente para compartir tiempo de calidad.

Quienes participaron destacaron la importancia de mantener vivas estas tradiciones. Para muchos, la experiencia fue más que un simple pasatiempo, significó un regreso a la infancia, una oportunidad para reconectar con la naturaleza y una forma de transmitir costumbres a las nuevas generaciones.

Identidad cultural que vuela alto

El Festival Departamental de Cometas dejó claro que no se trata solo de elevar figuras en el cielo, sino de mantener vivo un legado cultural en el Valle del Cauca. Cada cometa se convirtió en un símbolo de convivencia, tradición y alegría colectiva.

El escenario no pudo ser mejor, la histórica Hacienda El Paraíso, rodeada de montañas y brisa fresca, le dio un toque especial a la jornada. Con un balance positivo y gran asistencia, el evento se consolida como uno de los planes que cada año conecta al territorio con su identidad cultural.

Mientras las últimas luces del día se mezclaban con los colores que aún flotaban en el aire, la sensación era una sola: la de haber sido parte de una fiesta que unió generaciones bajo el mismo cielo.

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