La fuerza del café impulsa a Mindalá
El aroma del café despierta no solo los sentidos, sino también la esperanza de 309 caficultores del Consejo Comunitario de Comunidades Negras de Mindalá, en Suárez, al norte del Cauca. Estos caficultores están celebrando la primera gran cosecha de un ambicioso proyecto sostenible, recolectando alrededor de 192.500 kilos de café seco que ya están marcando la diferencia en sus vidas.
Esta iniciativa es posible gracias a una inversión de $5.885 millones por parte de Celsia, a través de la central hidroeléctrica Salvajina. La meta es clara: fortalecer las capacidades de las comunidades en un proceso que arrancó en 2023 y se extenderá hasta 2028, asegurando un crecimiento sostenible y duradero.
Un proyecto con impacto: Café para todos
El proyecto, que forma parte de los acuerdos de la consulta previa para la operación y mantenimiento de la central hidroeléctrica Salvajina, está transformando la vida de los caficultores mediante diversas estrategias:
- Diagnóstico de cultivos y equipos como despulpadoras, secaderos y sistemas de beneficio.
- Análisis de suelos para usar los fertilizantes más adecuados.
- Entrega de fertilizantes y equipos que optimizan sus procesos.
- Capacitación integral en escuelas de campo sobre manejo agronómico, control de plagas, técnicas de cosecha, secado y almacenamiento, así como educación financiera y el rol familiar en la agricultura.
- Asistencia técnica constante para garantizar que el conocimiento y la práctica se fortalezcan de la mano.
Para Juan Gabriel Osorio, líder de la central hidroeléctrica Salvajina, el proyecto refleja la misión de la empresa: “La comunidad de Mindalá ha demostrado un gran compromiso con el desarrollo de su territorio. En Celsia creemos en el poder de la energía transformadora, y con este tipo de iniciativas buscamos generar un impacto positivo que impulse un crecimiento económico que sea sostenible en el tiempo”.
Café que transforma familias y comunidades
Más allá de las cifras, el impacto real se siente en la comunidad. Absalón Lucumí, caficultor de la vereda San Vicente, compartió su alegría: “Estoy contento de ver a la comunidad recibiendo el fertilizante; yo también recibí 10 bultos para seguir mejorando las condiciones de mi finca. Con el apoyo de la empresa y la gestión del Concejo comunitario, se han mejorado mucho las fincas, lo cual es para el bienestar de toda la comunidad”.
El proyecto de café, financiado en su totalidad por Celsia y operado a través del grupo de consultoría GC Agregando Valor, no solo mejora la productividad y la calidad del café, sino que también fortalece el tejido social de Mindalá. El cultivo del café no es solo una actividad económica, sino un motor de desarrollo sostenible que está construyendo un futuro más próspero y equitativo para estas comunidades.
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