El Viche, bebida ancestral del Pacífico colombiano, entra en una nueva etapa dentro del Valle del Cauca con un proceso de formalización sanitaria que marca un antes y un después para cientos de productores tradicionales. La ruta hacia el Registro Sanitario Artesanal Étnico del Invima se consolida como un paso clave para integrar esta práctica cultural al mercado formal, manteniendo su valor patrimonial y fortaleciendo la economía regional.
Desde 2016, el departamento ha desarrollado una estrategia sostenida para organizar la cadena productiva del Viche, enfocada en mejorar las condiciones de producción, comercialización y reconocimiento legal. Esta hoja de ruta ha permitido que comunidades productoras del Pacífico accedan a procesos de capacitación técnica, orientación normativa y acompañamiento institucional continuo, elementos necesarios para cumplir con los requisitos exigidos por la autoridad sanitaria.
La meta institucional contempla la formalización de más de 230 productores artesanales, lo que reduce riesgos como incautaciones del producto y limita conflictos asociados a la informalidad. Este proceso se apoya en una inversión pública significativa, dirigida a fortalecer capacidades locales y garantizar la sostenibilidad económica de la bebida ancestral.
Viche y el camino institucional hacia el registro sanitario
El proceso de acompañamiento incluye talleres técnicos, asesoría documental y orientación sobre buenas prácticas de manufactura, todo adaptado al contexto étnico y artesanal del Viche. La implementación del Registro Sanitario Artesanal Étnico reconoce las particularidades culturales del producto, diferenciándolo de otros destilados industriales y protegiendo su identidad.
Uno de los componentes centrales ha sido la caracterización de los productores, una herramienta que permite identificar capacidades reales, condiciones de producción y oportunidades de mejora. Esta información resulta clave para ajustar los procesos sin alterar los métodos tradicionales que definen al Viche como patrimonio cultural.
El avance del programa también facilita la presencia del producto en espacios comerciales y culturales de manera regulada. La formalización abre la puerta a nuevos canales de distribución y genera mayor estabilidad para quienes dependen de esta actividad como fuente de ingresos.

Viche como patrimonio cultural y motor económico regional
El reconocimiento sanitario posiciona al Viche como un producto patrimonial con potencial económico, integrando tradición y normatividad. La estrategia departamental no solo busca cumplir con requisitos legales, sino también fortalecer el tejido social de las comunidades productoras, promoviendo prácticas sostenibles y seguras.
A medida que el proceso avanza, el Viche se incorpora con mayor frecuencia en ferias, encuentros culturales y escenarios comerciales del Valle del Cauca. Esta presencia responde a un trabajo estructurado que articula cultura, economía y regulación, sin alterar la esencia ancestral del producto.
La formalización del Viche representa un modelo de gestión para otras bebidas tradicionales del país, demostrando que es posible integrar saberes ancestrales al marco institucional. El Valle del Cauca consolida así una política pública que reconoce la diversidad cultural y apuesta por el desarrollo productivo con identidad.
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