Cali, el alma vibrante del Pacífico colombiano, ofrece una experiencia urbana inolvidable en cinco días cargados de historia, sabor y ritmo. Desde iglesias icónicas hasta miradores naturales, la ciudad invita a caminarla, vivirla y saborearla. Si aún no sabes por dónde empezar tu próxima aventura urbana, Cali te espera con los brazos abiertos.
Día 1: Cali en cada paso del centro
El recorrido ideal inicia en el corazón de la ciudad. Caminando por el centro de Cali puedes conocer su esencia caleña de forma íntima y auténtica. La primera parada es la emblemática iglesia La Ermita, rodeada de parques, monumentos y edificios históricos como el Teatro Jorge Isaacs y el Puente Ortiz. Todo esto, a orillas del Río Cali y su famoso Bulevar, un espacio público donde la brisa, la música y la calidez de la gente son los verdaderos anfitriones.
No te pierdas la Plaza de Cayzedo, un lugar donde frutas frescas y la vida urbana se combinan en un sabroso coctel caleño. A unos pasos, joyas arquitectónicas como la iglesia San Francisco, el complejo La Merced y el Teatro Municipal llenan de historia y color tus fotos.
La noche se prende con la salsa en bares míticos como La Topa Tolondra o Zaperoco. Porque en Cali, la rumba también es patrimonio.
Día 2: Miradores, arte y más de Cali
Desde el mirador de Sebastián de Belalcázar, Cali se ve en todo su esplendor. A este punto lo acompaña el Parque del Acueducto y el tradicional barrio El Peñón, donde se respira cultura local.
Pero si quieres una conexión única con la ciudad, visita el Gato del Río y sus gatas, esculturas intervenidas por artistas locales. Luego, pasa por el monumento que celebra los 482 años de Cali. ¿Una foto para Instagram? Este es el spot.
Día tras día, la ciudad revela su alma: colorida, viva y llena de sabor.
Días 3 a 5: Cali cultural, natural y sabrosa
El tercer día te lleva al Parque Artesanal Loma de la Cruz y barrios como San Antonio, perfectos para paseos entre casas antiguas y mazorcas asadas. No olvides conocer La Linterna, una tipografía caleña con historia.
El cuarto día es para museos: La Tertulia, Caliwood, el Museo del Oro Calima y el Museo de la Salsa, todos conectándote con el pasado y el presente de Cali.
Finalmente, el quinto día es para cerrar con broche de oro: una caminata al Cerro de las Tres Cruces, una visita al Zoológico y un almuerzo en el barrio Alameda o Granada. La noche se vive en grande en La Pérgola Clandestina o Cantina La 15.
En cinco días, Cali te enamora, te sacude con su energía y te invita a volver. ¿Estás listo para descubrirla?

Coordinador General y Productor Principal de El Valluno Medios, figura clave en el Ecosistema Digital. Su liderazgo se extiende al periodismo, destacándose como conductor de algunos contenidos.