Tres trompetas, tres trombones y una nómina de quince músicos verdaderamente hacen que una orquesta de salsa suene diferente, contundente; pero si además mezclamos la sutileza de una marimba y el sonido de ‘big band’ que siempre está latente en sus presentaciones, tenemos que hablar indiscutiblemente del sello único de Yuri Buenaventura, quien deleitó al público del Salsódromo con una presentación inédita llena de saborcillo regional.
Yuri sorprendió con temas nuevos, uno de ellos que hace homenaje al cortero de caña y otro que aborda un tema sensible como el secuestro y la fuerza del amor para sanar las heridas de este flagelo, definitivamente demostrando la inclinación social que tienen sus narraciones musicales.
“En esta ocasión quisimos incluir la cultura del pacífico a nuestro sonido, indispensablemente por estar en Cali, para celebrar la unión de los pueblos”, indicó el salsero.
“Llevamos nueve meses de encierro y me parece que necesitamos celebrar esta navidad y celebrar esta Feria de Cali; lo necesitamos, ha sido un año muy complejo pero la salsa vive y eso hace de Cali una ciudad única en el mundo”.