El establecimiento educativo ‘Antonio Nariño’ en la vereda Lomitas, en Pradera, ha superado las dificultades de pandemia para asegurar que la formación académica no se detenga para sus estudiantes y terminen el año escolar con honores. Compromiso y dedicación son las virtudes que el gobierno de Clara Luz Roldán enfatiza dentro de la comunidad educativa.
Desde la rectoría de la institución oficial, y con el apoyo de su grupo de maestros y del cuerpo administrativo, realizaron grados ambulantes. En un jeep, decorado con bombas y carteles, llevaron sus diplomas a las fincas donde viven 37 estudiantes de 11 ° grado, que completaron exitosamente el año.
“Durante esta pandemia el trabajo fue difícil para la institución, para los docentes y mucho más para la comunidad educativa. Teniendo esto en cuenta, me nació la iniciativa de reconocer el esfuerzo de los estudiantes y sus familias llevando esta institución, y lo que representa, a sus hogares”, relató Eunice Gutiérrez, rectora de la Institución Educativa ‘Antonio Nariño’, quien señaló que entre los egresados de la promoción 2020, hay jóvenes de reservas indígenas y en situación de desplazamiento.
La ceremonia fue personalizada, en cada uno de los hogares, docentes y estudiantes vestidos con toga y birrete, y como testigo las familias que, sin perder la alegría, vivieron la fiesta por un peldaño más escalado por sus hijos, nietos y sobrinos.
“Esto hace honor a todos esos maestros ‘invencibles’, a todos los equipos administrativos y rectores del Valle que lo han dado todo en esta pandemia. En un jeep también se recorrieron corregimientos y veredas entregando las guías para el trabajo en casa, ante las dificultades de conectividad”, destacó la secretaria de Educación del Valle, Mariluz Zuluaga, destacando el esfuerzo por utilizar métodos y herramientas innovadores para el proceso de aprendizaje.