El estrés puede estar afectando tu salud, aunque no te des cuenta. Puedes pensar que una enfermedad es la culpable de ese dolor de cabeza irritante, de tu frecuente insomnio o de tu menor productividad en el trabajo. Pero el estrés puede ser la causa.
Síntomas físicos del estrés
Distinguir entre una dosis aceptable de estrés y una excesiva no siempre es fácil. Estamos acostumbrados a correr de aquí para allá, a hacer varias cosas a la vez y a enfrentarnos con retos a menudo, por lo que es importante prestar atención no solo a nuestro estado de ánimo, sino también a algunos síntomas físicos, como los siguientes, que nos avisan de que las tensiones diarias nos están afectando:
- Dolores de cabeza frecuentes.
- Diarrea o estreñimiento.
- Variaciones de peso inusuales
- Cansancio excesivo, decaimiento.
- Mandíbula rígida, músculos tensos.
- Insomnio o somnolencia.
Nuestro cerebro también nos manda otras señales de alarma como la desmotivación, la falta de deseo sexual, la irritabilidad, la ansiedad o los olvidos y retrasos de memoria.
Consecuencias del estrés crónico
Entre los riesgos del estrés crónico se encuentran:
- Bajadas De Defensas.
- Presión Arterial Alta.
- Diabetes.
- Insuficiencia Cardíaca.
- Acné.
- Eccemas.
- Depresión.
También la ansiedad o problemas derivados de la tensión constante como las contracturas musculares. Se produce al apretar la mandíbula a menudo y de forma inconsciente cuando dormimos.
Estar estresados continuamente también puede hacernos engordar, ya que afecta a la regulación de nuestros impulsos y emociones, haciendo que nos decantemos por alimentos muy apetecibles pero con escaso valor nutritivo. Esta falta de control con frecuencia deriva en otros hábitos y conductas nocivas, como fumar o beber alcohol en exceso para intentar relajarnos, con sus correspondientes consecuencias negativas.
Algunos estudios afirman que el estrés laboral, uno de los más frecuentes, aumenta en un 68% el riesgo de desarrollar enfermedades coronarias y en un 23% el de sufrir un infarto de miocardio. A largo plazo el estrés puede derivar en problemas de salud realmente graves, y estos a su vez contribuir a que nos sintamos más estresados, por lo que es muy importante la prevención y el tratamiento, a través de la terapia psicológica y con apoyos como la meditación, la actividad física y una buena alimentación.