Digitalización y autonomía. Esta es la fórmula que ayuda a las empresas a ser más competitivas y mantener su vigencia en el mercado. La colaboración constante entre humanos e inteligencias artificiales no es una cuestión del futuro. Se trata de una realidad que llegó para quedarse.
Hoy este tipo de tecnologías ofrecen grandes beneficios en términos de agilidad, eficiencia y seguridad en tareas cotidianas y en el ámbito laboral. Por ejemplo. Es muy común que, a la hora de pagar un servicio público o simplemente realizar una transacción bancaria, la experiencia sea más satisfactoria dependiendo de la entidad. Pues esta situación, es la misma que viven muchos colaboradores en sus puestos de trabajo a la hora de ingresar a las plataformas y servicios de la compañía sobre las que trabajan. Todo depende de la efectividad de conectividad con la que cuente su empresa.
- Seguridad: con el crecimiento de los entornos de trabajo híbrido, es de vital importancia tener protocolos y buenas prácticas para asegurar que la información y accesos sean positivos.
- Desempeño – Performance: Garantizar que el usuario – cliente interno final pueda trabajar con la misma rapidez a la hora de conectarse a las aplicaciones y servicios de la compañía.
- Costos de Infraestructura: la importancia de saber elegir la red que necesita su empresa de acuerdo con las necesidades. Si es suficiente con una red pública o si realmente requiere una red privada, esto, para evitar costos elevados que impiden la eficiencia y beneficios a la organización.
- Elasticidad de la nube: contar con una conexión dinámica que permita incrementar o reducir su capacidad de forma ágil y rápida optimizando la experiencia de los usuarios durante períodos de gran demanda de actividades, que en términos generales, faciliten la utilización de los servicios en picos altos de trabajo